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While France mourns its dead, the institutional and neo-Nazi extreme right rubs its hands in anticipation for the fear campaign.
Author: Iramsy Peraza Forte | internet@granma.cu
January 15, 2015 19:01:00 A CubaNews translation.
Edited by Walter Lippmann. http://www.walterlippmann.com/docs4259.html
Paris has become the “world capital” against jihadist terrorism. After the attack on the satirical weekly Charlie Hedbo, where 12 people were murdered, French Prime Minister, Manuel Valls, told the National Assembly that his country was at war against terrorism, stressing that the fight is against jihadists and Islamic radicals. Valls also clarified that the battle is not against Islam and that increased surveillance of suspected terrorists was needed, as well as more education to make clear the dangers of radicalization.
It was precisely the war against terrorism –the banner of the Bush administration– which caused two wars: in Iraq and Afghanistan. They are still latent today, and have caused thousands of deaths, secret prisons and the implementation of systematic torture by the CIA.
France launched an internal security operation where more than 10,000 military were deployed throughout the country. In this context, the reactions of the French and European political and media classes predict a rise in Islamophobia and hatred against Muslims.
This mistaken association of Islam, the Muslim world and the population of the Arab countries with groups and militias that practice fundamentalist terrorism is an ideology that gained momentum, especially after the attacks of September 11, 2001. Since the fateful last January 7 the tensions around Islam have increased considerably as if all its faithful had shot the newspaper cartoonists. While France still mourns its dead and nearly four million people, including leaders from nearly 50 nations, take to the streets to condemn the slaughter, the institutional and neo-Nazi extreme right rubs its hands in anticipation for the campaign of fear.
After the Charlie Hebdo massacre, extreme-right organizations in Germany, the USA and France, promoted racist rallies directed against Muslim communities in these countries. Such initiatives now tend to multiply. Right-wing parties across Europe have taken advantage of the shock created by the attack to channel even more racist feelings against the followers of the Prophet Muhammad. Marine Le Pen, leader of the National Front, said before the cameras of France 2 television that his country should declare war against fundamentalism. He also proposed a series of measures related to border control, strengthening of police security and denial of French citizenship to immigrants.
This radicalization against the Islamic world, whether terrorist or not, is shared by several members of the French parliamentary right.
From Germany, the German extremist movement Pegida (European Patriots against the Islamization of the West), under the pretext of solidarity with the victims of the terrorist attack on the headquarters of the magazine, held a demonstration against the “Islamist expansion and conquest” in Europe. Behind the facade of condemning the Paris attack, European far-right and anti-immigration parties –calling themselves “anti-Islamization”– disguise openly xenophobic and racist proclamations. This declared war against fundamentalism was also seconded by attacks on mosques across France. Most Muslims and their places of worship have been the target of anger triggered by a group of terrorists who believe they speak for all of Islam, while in fact represent only a tiny minority.
The terrorists responsible for the attack on Charlie Hebdo are specific individuals belonging to a particular Takfirite organization: the Al Qaeda network in Yemen, which claimed responsibility for the attack in a video. Extending the blame toward religions, ethnic or national groups promotes injustice and barbarity.
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Charlie Hebdo, ¿justificación para una nueva cruzada?
Cuando Francia aún llora a sus muertos, la extrema derecha institucional y neonazi comenzó a frotarse las manos gracias a esta campaña de miedo
Autor: Iramsy Peraza Forte | internet@granma.cu
15 de enero de 2015 19:01:00
Francia puso en marcha una operación de seguridad. Foto: AFP
ParÃs se ha convertido en la “capital mundial†contra el terrorismo yihadista. Luego del atentado contra el semanario satÃrico Charlie Hedbo, donde murieron asesinadas 12 personas, el primer ministro francés, Manuel Valls, señaló a la Asamblea Nacional que su paÃs está en guerra contra el terrorismo, subrayando que la lucha es contra el yihadismo y los islamistas radicales.
Valls también aclaró que la batalla no es contra el Islam y que se necesitaba una mayor vigilancia de los sospechosos de terrorismo, pero también más educación para dejar en claro los peligros de la radicalización.
Precisamente la guerra contra el terrorismo fue la bandera de la administración Bush, que provocó dos guerras —en Irak y Afganistán— que hoy siguen latentes, y causó miles de muertos, cárceles secretas y la implementación de tortura sistemática por parte de la CIA.
Francia puso en marcha una operación de seguridad interior donde más de 10 000 militares se desplegarán por el paÃs. En este contexto, las reacciones de la clase polÃtica y mediática francesa y europea hacen augurar un auge de la islamofobia y del odio contra los musulmanes.
Esta mala asociación del Islam, del mundo musulmán y la población de los paÃses árabes con los grupos y milicias que practican el terrorismo fundamentalista es una ideologÃa que cobró fuerza sobre todo luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001. Desde el fatÃdico 7 de enero pasado las tensiones alrededor del Islam han aumentado considerablemente como si todos sus fieles hubieran disparado contra los caricaturistas del periódico.
Cuando Francia aún llora a sus muertos y casi cuatro millones de personas salen a las calles para condenar la masacre, incluidos lÃderes de casi 50 naciones, la extrema derecha institucional y neonazi comenzó a frotarse las manos gracias a esta campaña de miedo.
Organizaciones de extrema derecha en Alemania, EE.UU. y Francia, promovieron manifestaciones racistas dirigidas contra las comunidades musulmanas de estos paÃses en nombre de la masacre. Tales iniciativas ahora tienden a multiplicarse.
Partidos de derecha de toda Europa han aprovechado el shock creado por el ataque para canalizar aún más un sentimiento racista contra los confesionarios del profeta Mahoma.
Marine Le Pen, lÃder del Frente Nacional, dijo ante las cámaras de la televisora France 2 que su paÃs debÃa declarar la guerra al fundamentalismo. También propuso una serie de medidas relacionadas con el control de las fronteras, refuerzo de la seguridad policial y privación de la nacionalidad francesa a los inmigrantes.
Esta radicalización contra el mundo islámico, terrorista o no, es compartida por varios diputados de la derecha parlamentaria francesa.
Desde Alemania, el movimiento extremista alemán Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente), bajo el pretexto de solidarizarse con las vÃctimas del ataque terrorista a la sede de la revista, convocó a una manifestación contra la “extensión y conquista del Islam†en Europa.
Tras la fachada de condena al atentado de ParÃs, los partidos europeos de extrema derecha y antinmigración, autodenominados “antislamizaciónâ€, disfrazan en la mayor parte de los casos proclamas abiertamente xenófobas y racistas.
Esta guerra declarada al fundamentalismo ha sido secundada, además, por ataques a mezquitas en todo el territorio francés. La mayorÃa de los musulmanes y sus lugares de culto, han sido el blanco de la ira desencadenada hacia un grupo de terroristas que cree hablar en nombre de todo el Islam, mientras en realidad representan apenas una Ãnfima minorÃa.
Los terroristas responsables del atentado contra el Charlie Hebdo son personas concretas, que pertenecen a una organización takfirita concreta: la red Al Qaeda en Yemen, que reivindicó en un video la autorÃa del ataque. Extender esa culpa hacia religiones, etnias o grupos nacionales supone fomentar la injusticia y la barbarie.
http://www.granma.cu/mundo/2015-01-15/charlie-hebdo-justificacion-para-una-nueva-cruzada |
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